Hiperhidrosis: sudando a lo bestia

La sudoración humana es algo totalmente normal, todos sudamos y lo hacemos porque es un proceso natural en el que el cuerpo humano necesita regular la temperatura en caso de que esta esté elevada y así mantenernos frescos, todo por medio del desprendimiento de líquidos a través de las glándulas sudoríparas.

Existe un padecimiento que es la hiperhidrosis o sudoración excesiva, si bien es normal que sudemos quienes padecen esto segregan grandes cantidades y pareciera que lo hacen sin parar, independientemente si existe actividad física o cambios de temperatura, ellos estarán sudando a lo bestia.

¿Por qué rayos pasa esto?

No existe una causa real sobre porque se segregan altas cantidades de sudor, pero si se le puede atribuir a varios factores, como que las personas que lo padecen tienen demasiado grandes sus glándulas sudoríparas, puede estar relacionado con problemas hormonales, problemas de tiroides, sobrepeso o trastornos nerviosos. 

Por ende las zonas más afectadas son donde se encuentran mayor numero de glándulas sudoríparas, y en el cuerpo humano esas zonas son: axilas, la espalda, el rostro, las manos.

El exceso de sudor en el cuerpo les provoca mal olor, entorpecimiento a la hora de manipular cosas con las manos sudorosas, manchas y agrietamiento en la piel, marcas de humedad en la ropa, todo esto puede provocar inseguridades y problemas sociales al desenvolverse con los demás.

Remedios caseros que te pueden apoyar

Sal y limón

Puedes mezclar un poco de sal con insumo de limón hasta formar una pasta y aplicarla en las partes afectadas por 5 min, después enjuagar con agua para retirar los grumos, esto ayudará a remover las células muertas y bacterias que causan los malos olores.

Aloe vera y bicarbonato

Para esto mezclarás el gel (la baba) del aloe vera con un poco de bicarbonato de sodio hasta formar una pasta homogénea y aplicarla en las axilas diariamente, esto  será bastante beneficioso para evitar que las bacterias que provocan los malos olores sigan creciendo.


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