Sadomasoquismo: una expresión del orgasmo

 Hace tan solo unas semanas estuvimos hablando de los fetichismos y las parafilias, cómo son y en qué consisten. Indagando más en el tema, me surgieron las ganas de querer hablar sobre la que considero, la parafilia más común y famosa a lo largo del tiempo, el “masoquismo”.

¿El dolor como causante de placer? Es de lo más típico en cuanto a experiencias sexuales hablamos, pues de hecho considero que después de la tan popular película “Fifty Shades of Grey” estrenada en 2015, todos comenzaron con la curiosidad y el morbo de probar y desinhibirse por algo nuevo, dejando a un lado el pudor, para poder disfrutar de los deseos más carnales que existen.

El masoquismo es el termino que se usa para referirse a las personas que disfrutan que las maltraten física y mentalmente, pues para las víctimas el hecho de ser sometidas, golpeadas, maltratada y ser vulnerables ante un “dominador” le causa un inmenso placer y excitación a la hora de mantener relaciones.


Para las relaciones sadomasoquistas es importante que se tenga el consentimiento de ambas personas, tanto quien tiene actitudes sádicas, como el que es masoquista. Se dice que alguien es sádico en la cama cuando el hecho de causar dolor físico y psicológico a su compañer@ sexual le genera placer. Por otro lado, se dice que es masoquista quien disfruta del sometimiento y los maltratos impartidos por un otro, generándoles una inmensa excitación en el acto. 

Podemos decir que para que exista una relación sadomasoquista se necesita de ambas partes, aunque en realidad es muy común que durante el goce de las mismas se presente un cambio de roles, donde la víctima pase a ser victimario y viceversa.

Las acciones mas comunes dentro del sadomasoquismo son:

Las nalgadas: estas no pueden faltar, ya sea con la mano o con algún látigo que se puede conseguir fácilmente en una “sex shop”.

El bondage: consiste en la inmovilización de la víctima, amarrándola.

Los insultos y palabras groseras en acto.

La sodomización.

El jalón de cabello.

La asfixiofilia: podemos considerar este como un derivado del masoquismo, y es más común de lo que crees, prácticamente consiste en la asfixia parcial de la persona, ya sea usando algún objeto, o bien, que el compañero sexual lo ahorque mientras disfruta del inmenso placer que esto le provoca.

El masoquismo es algo de lo más normal, así que no te asustes de intentar algo nuevo en tus relaciones. Pero también debe quedar claro que para realizarlo se necesita tener el consentimiento de ambas partes, así como una “palabra de seguridad”, es bueno tener una palabra clave que indique cuando se desea terminar o parar con el sometimiento.

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