“Si hay sol, hay playa, si hay playa, hay alcohol, si hay alcohol, hay sexo, si es contigo, mejor” Callaita
A lo largo del tiempo se ha ido creando la idea sobre que el alcohol ayuda significativamente al sexo, pues eso nos han hecho creer muchas películas, canciones, videos y mitos que han sido generacionales por mucho tiempo. Pero ¿en realidad ingerir alcohol te hace disfrutar más las relaciones sexuales?
Ahora bien, déjame te explico como es que funciona el alcohol en el organismo cuando vas a tener acción.
El alcohol de una manera MODERADA (2-3 copas) puede ayudarnos significativamente desinhibiéndonos, mandando al carajo la timidez y fortaleciendo la autoestima y seguridad de las personas, haciéndolas ver más “sexys”. Por otra parte, si se rebasa esa delgada línea entre lo moderado y comenzar a embriagarse, se generan efectos nada positivos para los encuentros sexuales, y es allí dónde una gran noche puede ser una muy terrible por culpa del alcohol.
Antes que nada es importante recalcar que no todos asimilan de igual manera el alcohol. Las mujeres por lo general tienen menos cantidad de agua en el cuerpo que los hombres, al tener menor porcentaje de agua provoca que el alcohol no se pueda diluir y se concentre más en su organismo. Así que aunque se beba la misma cantidad de alcohol, no es el mismo grado de embriaguez en las personas.
Mujeres
Menor húmeda
Cuando las chicas se comienzan a excitar el flujo sanguíneo de los genitales aumenta, provocando que se dilaten y se lubriquen, el beber unas copas de más puede detener ese aumento de flujo sanguíneo, generando dificultades para la lubricación vaginal y por ende haciendo más difícil o incluso doloroso el encuentro.
Problemas para tener un orgasmo
El abuso del alcohol a la hora de tener relaciones, provoca que sea más tardado llegar al punto máximo y en caso de llegar no suelen ser orgasmos muy intensos.
Hombres
Problemas en la erección
Los hombres que sobrepasan los niveles de alcohol suelen presentar problemas con la erección, porque el alcohol disminuye el flujo sanguíneo hacia el pene y entorpece el funcionamiento del sistema nervioso, causando que los estímulos sexuales no respondan en ocasiones.
No poder venirse
En caso de haber tenido una erección y tener relaciones, es probable que te demores demasiado para poder tener un orgasmo y eyacular, incluso puede llegar al punto en que simplemente no puedas venirte.
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