La intimidad en el sexo

Las relaciones de pareja son más complejas de lo que vemos, se necesitan miles de factores  para poder construir lo que se considera una “relación sana”, existen 3 pilares fundamentales que en su momento el psicólogo Sternberg estableció para las relaciones de pareja, estos son: el deseo, el compromiso y la intimidad.

Antes de comenzar debemos dejar en claro a que nos referimos con intimidad, puesto que a lo largo de los años se ha empezado a mal interpretar y dar otro uso a la palabra, se le ha referido directamente con el contacto sexual, dejando a entender que “tener intimidad” es lo mismo “que tener sexo”.

Cuando realmente la intimidad se entiende como algo más profundo, donde la pareja se relaciona no solo de manera superficial, sino más sentimental, en este punto, la confianza se da y se recibe, el conocimiento entre ambos es mayor, el apoyo incondicional esta más presente que nunca, el respeto y el interés por el otro invaden el lazo de relación.

Es por eso que no podemos negar lo beneficioso e importantísimo que es tener intimidad con la pareja, saber sobre él o ella, conocerla y apoyarse entre sí, todo esta unión sentimental solo fortalecerá y aportará al desarrollo sano de la pareja.

Hablamos de una relación superficial, cuando solo se están presentes el deseo y el compromiso, y se deja de lado el querer conocer al otro, puede que lo evitemos, que lo escondamos o que simplemente no estemos interesados en querer involucrarnos íntimamente con nuestra pareja, que sea algo más pasajero donde el sexo es ocasional y carnal.

Entonces ahora se puede comprender lo que la intimidad le aporta al sexo en la relación, pues el conocimiento, la comunicación y la empatía al tener relaciones; que sean relaciones en las que ambos sepan que les gusta, que puedan expresar y compartir sus deseos, todo con entera confianza.

La falta de intimidad puede afectar a la pareja en su día a día, o en la cama, la intimidad es uno de los pilares bases para que una relación funcione, así como para mejorar conexión con nuestra o nuestras parejas sexuales.

 En caso de que los problemas rebasen a los 2, es recomendable acudir con un psicólogo a terapia de parejas, no dejemos que los problemas nos superen y estropeen nuestra intimidad.

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