Como bien lo hemos hablado tiempo atrás, la penetración no lo es todo en el goce sexual, pues sin duda alguna existen cientos de maneras en las que podemos darnos placer entre parejas, practicas que incluso pueden llegar hasta brindarnos un orgasmo sin la necesidad de que haya coito de por medio.
El más claro ejemplo de esto es el “petting” que si no lo has escuchado es básicamente una práctica sexual que se basa en las caricias, donde la ley de oro es: que no exista penetración vaginal, ni anal. Podemos incluir un sinfín de caricias por encima o debajo de la ropa, besos intensos, roces sensuales, masturbación o incluso dar y recibir sexo oral.
Es por todo esto que no deja de ser una actividad placentera con tu pareja, al contrario, suele ser una práctica sumamente llena de goce y bastante erotica si se sabe cambiar el mood para intentar algo nuevo.
Claramente el límite es el cielo, o la creatividad en este caso, pues pueden experimentar e innovar cosas nuevas como incluir aceites de masaje, hacer juegos de rol, disfrazarse, disfrutar del sadomasoquismo, cumplir sus fetichismos o incorporar juguetes sexuales en la práctica.
Se definen 3 grados de petting, cada uno de ellos va según su intensidad.
- Grado I: Este es el más leve, pues se limita a caricias por encima de la ropa, besos y abrazos.
- Grado II: En este grado las caricias empiezan a tomar un poco más de forma, pues empiezan a ser más íntimas, pero siempre por encima de la ropa, lo que conocemos como “faje”.
- Grado III: Para este punto la pareja ya puede estar completamente desnuda, con caricias y besos, pero además aquí ya se agrega la masturbación y el sexo oral.
Si bien podemos decir que se trata de un “pre” más intenso y duradero, no podemos definirlo cómo tal, ya que los preliminares siempre son previas para llevar acabo la penetración, y como ya se dijo la ley de oro es mantenernos alejados del coito. Aquí debemos enfocarnos en llegar a ese clímax mediante todo el toqueteo, caricias, masturbación, orales y besos de todo tipo entre muchas otras cosas que podemos realizar con un poquito de imaginación y calentura.
Podrás tener la seguridad de que no habrá embarazos no planeados, pues puedes practicarla como alternativa a cuando se te haya olvidado el condón.
Además sexólogos lo recomiendan para que la pareja se conozca más, encuentren nuevos gustos, nuevas zonas placenteras, y en algunos casos como terapia para tratar la disfunción eréctil y el vaginismo.
Riesgos
En sí los riesgos de practicarla son casi nulos, pero en caso de realizar sexo oral podría estar presente el riesgo a contraer alguna ETS.
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